Sr. Ignacio Betancourt

//Sr. Ignacio Betancourt
Inicié desde 1970 como taxista, después como transportista urbano en la Cooperativa de Transporte San Cristóbal en Quito, posteriormente me trajo un cuñado a trabajar en la parroquia de Yaruquí, donde el Municipio nos designó como transportistas urbanos de Quito.

Actualmente mantengo un crédito en la 23, por la confianza que han visto en mí gracias a la caja común de mi cooperativa de transporte. Con los créditos que me han otorgado en la Cooperativa me han ayudado mucho, ya que, con el primero de éstos compré mi primera herramienta de trabajo, mi taxi, luego pensando en mejorar la calidad de vida de mi familia compré un terreno en la urbanización Monjas Madrigal en Quito, donde después
construí mi casita, además, he trabajado toda mi vida para comprar un bus colectivo, el mismo que antes rodeaba los 130.000 sucres y actualmente cuesta alrededor de 150.000 dólares.

En mi opinión, la Cooperativa es una institución muy seria y que está dispuesta a ayudarte cuando más lo necesitas, agradezco al señor Gerente y al señor Presidente, quienes me han ayudado, así como también a todos los ejecutivos, quienes tienen una buena relación con los transportistas.